Busqué en el día
el reflejo del dolor
y espere que el ángel
respirara el viento de la
esperanza.
No tenía línea ni dirección,
era prisionero de la pena
y esclavo del llanto.
Y llegaste…
a sacudir todas las
estructuras,
a mostrarme el otro lado del
muro,
a darme una chance de vivir
Perdía los miedos
a tu lado.
Regresé…
a mi verdadero ser,
bailé por las noches
y recuperé la alegría
juntando los pedazos del corazón.