Camara

lunes, 18 de junio de 2012

Hay un día

En nuestros recuerdos
crecen las nubes del olvido,
es tarde ya
para rescatar los besos.
En un río contaminado
las promesas crecen
aunque sean sólo eso
y desde el este arde la esperanza.


Hay un día que se estremece
y no espera las nubes
que jamás podrán significar 
la escala del alma.


Hay un día que llora
pendiente de sus lágrimas;
hay un camino que infinita
y nada tiene sentido
en las ráfagas del viento.


Hay un día que se desvanece
entre los suspiros de la pasión,
que agonizan en los brazos de la noche
y el misterio se consuma
en el final de un beso.


con mi voz