En nuestros recuerdos
crecen las nubes del olvido,
es tarde ya
para rescatar los besos.
En un río contaminado
las promesas crecen
aunque sean sólo eso
y desde el este arde la esperanza.
Hay un día que se estremece
y no espera las nubes
que jamás podrán significar
la escala del alma.
Hay un día que llora
pendiente de sus lágrimas;
hay un camino que infinita
y nada tiene sentido
en las ráfagas del viento.
Hay un día que se desvanece
entre los suspiros de la pasión,
que agonizan en los brazos de la noche
y el misterio se consuma
en el final de un beso.
con mi voz