Nada crece entre las ramas del horizonte,
resiste la luz
pero se pierde en la maraña forestal
y crece la brisa en el fin de los labios.
El pacto anterior roto en mil pedazos
el beso rescata el perfume del celeste
y cada latido orada la distancia
Aparece el rumor de un sentimiento
que se desliza entre el encaje
y en el altar se sacrifican aquellos besos
en homenaje a la nueva pasión.
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