Recuerdas cuando te iba a buscar
y nada se interponía entre nuestros sueños,
fueron momentos que se eternizaron
porque se grabaron en la distancia y el tiempo.
Miraba el mundo de reojo,
bailando hasta que el sol naciera,
brindando por la felicidad
en el carrusel de las estrellas.
Fueron días y noches interminables,
todo se aunaba alrededor,
la transpiración de las montañas,
el ascenso de los mares a nuestro cielo.
Recostado el miedo para siempre,
vencido por la unión de las fuerzas
del triángulo en un gps,
nos conducía por nuestro destino.
Esos momentos jamás morirán,
el calor de aquellos besos
arderán eternamente en nuestros labios.
No tengo más tu luz,
sólo destellos en la noche,
ni siquiera el brillo de tu sonrisa
me guía por estas tinieblas.
Floto en la sopa de la vida,
no hay salida de este pozo,
el invierno me espera.
Estoy cansado de no ser
aspiraré mi último aliento
pero tu nombre será lo ultimo
que digan mis labios.
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